Además su dibujillo lleva una historia que se iba inventando a la vez que pintaba con un de los colores y seguidamente lo guardaba para coger otro y asi poder utilizarlos todos. La historia trata de una niña, a la que su mamá le puso gafas porque se perdía por el bosque y por la ciudad.
Cuando termina sus dibujos, le encanta pasearse por casa con el papel en la mano para que todos vean lo que ha pintado o escrito, que suele ser su nombre en mayúsculas o el abecedario con números intercalados sin sentido. Le hemos dicho muchas veces que sus letras unas más grandes que otras y seguidas de números, no se pueden leer, pero a ella eso le da igual y al final te ries cuando termina diciendo "primi estos son mis deberes".
Hoy no la vi, pero mañana estará toda la tarde en casa y podré estar con ella, es un torbellino que me desvarata el poco orden que pueda tener en la habitación, y si le riño se enfada conmigo buscando siempre el consuelo de mi abuelo (Es el abuelo de los chicles, siempre tiene algun chicle sin azúcar para Alba)
La verdad que cuando está aqui estoy deseando que llegue mi tia para tener un poco de tranquilidad, pero cuando viene corriendo a "espachurrarme" con un beso y me dice "te quiero mucho primi" y se pone sus zapatitos para irse, siempre le digo a mi tia que se espere un rattito más, porque ya no sé cuando la volveré a ver por culpa de mi trabajo.
Y para terminar os dejo con dos frases escogidas del libro del Hormiguero: Frases célebres de niños.
Lucía, 4 años
Lucía estaba jugando sin descanso con sus tíos. Uno de
ellos, ya exhausto en el sofá, le preguntó (conversación en
andalú): «Lú, ¿no quiereh un Valium?». Ella se giró y le respondió:
«Mejó un sumito» (Mejor un zumito).
a menudo de la Diputación por motivos profesionales,
Miguel comentó en voz baja, susurrando, como
si estuviera confesando un secreto: «Papá, ten mucho
cuidado, porque la palabra Diputación tiene
la palabra... puta...».
ellos, ya exhausto en el sofá, le preguntó (conversación en
andalú): «Lú, ¿no quiereh un Valium?». Ella se giró y le respondió:
«Mejó un sumito» (Mejor un zumito).
Miguel, 3 años
En una ocasión, después de comprobar que en casa se hablabaa menudo de la Diputación por motivos profesionales,
Miguel comentó en voz baja, susurrando, como
si estuviera confesando un secreto: «Papá, ten mucho
cuidado, porque la palabra Diputación tiene
la palabra... puta...».